Derrumbando mitos de la asistencia virtual

Si tu carga laboral comienza a ser difícil de gestionar, quizás haya llegado el momento de pedir ayuda. Delegando tareas te aseguras de que puedes seguir completando el mismo número de tareas (o más) manteniendo la calidad y tu balance entre vida personal y profesional. Un asistente virtual es una gran opción para delegar porque están muy cualificados y son altamente rentables, pero la figura del Asistente Virtual es un término moderno en el mercado. 

Pero hoy nosotros queremos derrumbar esos mitos.

Mito sobre los asistentes virtuales:

 # 1. Contratar un asistente virtual es muy caro

Sabemos que el dinero es un factor que cuenta actualmente en los mercados laborales y empresariales, sobre todo cuando eres emprendedor o pymes. Pero ahora te haremos una pregunta ¿cuánto vale tu tiempo? Si gastas una hora de tu tiempo cada día en tareas que pueden ser delegadas, estas generando pérdida de ingresos,  Además, la rentabilidad de un asistente virtual suele ser mayor que la de un trabajador a jornada parcial o completa ya que no tienen una serie de costes añadidos, no debes proporcionarle equipo ni espacio en tu oficina, solo facturan horas efectivas de trabajo, no debes asumir bajas ni vacaciones, ni ningún tipo de gasto establecido por la ley que ampara al trabajador.

#2. Un asistente virtual no puede llevar todas sus actividades a cabo de manera online.

La cuestión de la productividad de los trabajadores remotos (teletrabajo) ha sido foco de muchos debates, pero algunos estudios demuestran que los trabajadores remotos pueden ser un 77% más productivo. Los asistentes virtuales pasan su vida haciendo con éxito tareas con gente en diferentes localizaciones, su mayor interés es completar todas esas tareas con la mayor calidad.

#3. Un asistente virtual no está calificado para las tareas que yo necesito completar

De acuerdo, necesitas a alguien que complete gran variedad de tareas y que además las haga muy bien. Un asistente virtual está altamente calificado y trabaja en una gran variedad de ámbitos. Por lo general son puestos a prueba cuando pasan por algún proceso de contratación en el que se evalúan sus capacidades y su adecuación al cargo, exactamente igual que cuando se pretende contratar a cualquier otro empleado. Además su forma de facturar mediante bonos de horas hace que el riesgo asumido sea mínimo.

#4. Yo puedo hacerlo mejor que nadie

Comprendemos que eres un profundo apasionado de tu trabajo, pero seamos realistas, hay cosas en las que realmente no eres el mejor, nos las disfrutas o simplemente no suponen la mejor forma de emplear tu tiempo. Por ejemplo, si te encanta centrarte en desarrollar o diseñar tu producto, puede ser muy beneficioso para ti delegar en un asistente virtual las tareas administrativas como organizar el calendario o realizar reservas. De esta forma tú podrás centrarte en el trabajo que te gusta.

#5. Instruir a otra persona es mucho esfuerzo 

Para que el trabajo con un asistente virtual sea exitoso es recomendable pasar algo de tiempo con él o ella explicándole tu sistema de trabajo, las herramientas que se usan y los procesos que sigues habitualmente. Un trabajador formado adecuadamente puede ser un 54% más productivo que uno que no lo está, Debemos verlo como una inversión y no como un gasto de tiempo, además, puedes aprovechar esta formación para documentar todos los procesos de tu trabajo.

#6. No se cómo gestionar y colaborar con alguien que no tengo a mi lado

Claro que muchos estarán acostumbrados a trabajar de manera presencial, pero en los tiempos que corren, nunca ha sido más fácil trabajar con alguien de manera remota. Puedes encontrar herramientas que te ayudarán con cualquier tipo de colaboración como lo son: Google Docs, Hangouts, Skye o Slack, que te permite organizar chats y contactar rápidamente con tu equipo, es una nueva modalidad que se está apoderando del campo laboral.

#7. No soy bueno delegando, así que no se me ocurren actividades que pueda delegar. 

Ya lo hemos mencionado antes, un buen punto de partida para delegar pueden ser aquellas tareas que no se te dan tan bien o que no te gusta hacer. Un asistente virtual está calificado para realizar múltiples tareas diferentes como las administrativas, búsqueda de información, gestión de redes sociales, gestión de agenda, diseño web, entre otras. Si quieres más ejemplos, puedes visitar nuestra página de servicios y documentarte un poco más sobre esta nueva modalidad de trabajo que con el avance de las tecnologías se están adueñando del mundo.

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